S.P.D.V.

Este cuaderno digital está dedicado a la Filología y al Maestro Juan de Ávila (1499-1569). Está editado en Madrid, por Julio C. Varas García y tiene vocación de ofrecer contenidos de forma periódica a todo aquel interesado en las Letras Humanas y Divinas.

lunes, 2 de noviembre de 2015

TODOS LOS SANTOS

SANTIDAD y escritura, como dos categorías vitales, se encuentran asombrosamente unidas en muchos hombres y mujeres de la Iglesia Católica. La fórmula se repite desde la Antigüedad tanto en la Literatura Clásica (en lengua griega y latina), como posteriormente en las Literaturas Románicas y Modernas. Y sería largo dejar aquí una nómina, aunque lo puedo intentar a partir de las catequesis que dedicó el papa Benedicto XVI a los maestros y escritores cristianos de la Iglesia durante las audiencias de los miércoles de los años 2007-2011. [Actualmente están en línea, "alojadas" en la página web del Vatinano: https://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/audiences/2006.index.3.html]. 

La Conferencia Episcopal Española, a través de la benemérita EDICE, publicó una selección de ellas en varios volúmenes cuidadosamente preparados en la "Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis", donde trabajan personas tan competentes como Mercedes Gómez Triana o Juan Cerezo Soler.

Benedicto XVI, Grandes maestros de la Iglesia de los primeros siglos. Catequesis de Benedicto XVI. De San Clemente Romano a san Máximo el Confesor, Madrid: EDICE (Catequesis Hoy, 5), 2009.


Benedicto XVI, Grandes escritores de la Iglesia medieval. Catequesis de Benedicto XVI. De San Juan Clímaco al beato Juan Duns Escoto, Madrid: EDICE (Catequesis Hoy, 6), 2010, 332 págs.

Benedicto XVI, Grandes mujeres en la historia de la Iglesia. Catequesis de Benedicto XVI, Madrid: EDICE (Catequesis Hoy, 7), 2011.
Benedicto XVI, Santos Doctores de la Iglesia. Catequesis de Benedicto XVI, Madrid: EDICE (Catequesis Hoy,  8),  2013.
Aquí va la lista, reducida e incompleta, pues solo incluyo los que selecciona el papa más alguno más de mi cosecha, como homenaje a los santos que nos dejaron en sus palabras caminos para vivir y soñar.

MAESTROS
ESCRITORES MEDIEVALES
San Clemente Romano
San Ignacio de Antioquía
San Justino
San Ireneo de Lyon 
Clemente de Alejandría
Orígenes
Tertuliano  
San Cipriano
Eusebio de Cesarea
San Atanasio de Alejandría
San Cirilo de Jerusalén  
San Basilio
San Gregorio Nacianceno
San Gregorio de Nisa
San Juan Crisóstomo  
San Cirilo de Alejandría
San Hilario de Poitiers.
San Eusebio de Vercelli
San Ambrosio
San Máximo de Turín
San Jerónimo
Afraates el Persa 
San Efrén el Sirio
San Cromacio de Aquileya
San Paulino de Nola
San Agustín
San León Magno
Boecio y Casiodoro 
San Benito de Nursia.
Dionisio el Areopagita
Romano el Melode
San Gregorio Magno
San Columbano. 
San Isidoro de Sevilla 
San Máximo el Confesor
San Juan Clímaco
San Beda el Venerable
San Bonifacio
Ambrosio Auperto
San Germán de Constantinopla
San Juan Damasceno
San Teodoro el Estudita
Rabano Mauro
Juan Escoto Eriúgena
San Cirilo
San Metodio
San Odón, abad de Cluny
San Pedro Damián
Simeón el Nuevo Teológo
San Anselmo
San Pedro el Venerable
San Bernardo de Claraval
Bernardo y Abelardo
Hugo de San Víctor
Ricardo de San Víctor
Guillermo de San Thierry
Ruperto de Deutz
Juan de Salisbury
Pedro Lombardo
San Francisco de Asís
Santo Domingo de Guzmán
San Antonio de Padua
San Buenaventura
San Alberto Magno
Santo Tomás de Aquino
Beato Juan Duns Scoto

ESCRITORES Y SANTOS DEL SIGLO XVI: 

San Juan de Ávila, San Ignacio de Loyola, San Francisco de Borja, San Alonso de Orozco, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, Beata Sor Ana de San Bartolomé, San Pedro de Alcántara, Venerable Sor María de Jesús de Ágreda, Santo Tomás de Villanueva, San Juan de Ribera, San Juan Bautista de la Concepción, Santo Tomás Moro, San Juan Fisher...

Entre los escritores y maestros no todos son "santos" de altar y reliquia. Pero ya se sabe que son muchos más los que deben estar amaneciendo a otra vida menos "aperreada" y lábil que la que aquí llevamos, que aquellos cuyos nombres están escritos en el canon. 

A este grupo, claro perteneció también Juan de Ávila, que es quien me desvela a mí ahora, aquí.  No sé si este marchamo le ha favorecido en cuanto escritor o, por el contrario, le ha condenado al ostracismo de las Facultades de Filología Española. Porque, claro, si fue santo habrá que presuponer que no pudo ser buen escritor. ¿No? O, si fue buen escritor, habrá que presuponer que lo suyo, no, no puede considerarse "literario". ¿No? Porque, por supuesto, no pueden hacerse dos cosas a la vez: o se escribe o se reza. ¿No? Que se lo digan a Juan de Yepes, a Teresa Sánchez o a los Luises (de León y de Granada)...

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