S.P.D.V.

Este cuaderno digital está dedicado a la Filología y al Maestro Juan de Ávila (1499-1569). Está editado en Madrid, por Julio C. Varas García y tiene vocación de ofrecer contenidos de forma periódica a todo aquel interesado en las Letras Humanas y Divinas.

viernes, 1 de mayo de 2015

LUGARES DE JUAN DE ÁVILA (I)

A quien escribe en esta "página digital" le llama la atención, tal vez ingenuamente, la materialidad tan abrumadora que rodea todo aquello que ve. Es todo lo humano tan físico, tan material, que le lleva a admirarse y comprender mejor que Dios mismo se encarnara, se hiciera físico y material, vulnerable, voluble, ceniza y nada...

Los lugares son importantes, también, en la comprensión y la investigación literaria. Ya me lo advirtió varias veces mi maestro Pablo Jauralde entre árboles y parterres de El Retiro madrileño. Así que voy a comenzar hoy una serie de aproximaciones a estos lugares en los que Juan de Ávila hubo de pasar y sufrir.

En ellos queda todavía alguna huella de su paso: tal vez entre los archivos, tal vez entre los hombres y mujeres que vivieron a su lado. Así sucederá, por qué no, con nosotros y quedará rastro de nuestro paso por este mundo.

http://www.conferenciaepiscopal.es/images/stories/comisiones/juanavila/PeriodicoSanJuanAvila.pdf

La fotografía que presento aquí está sacada de un documento editado por la Conferencia Episcopal Española en 2012: "San Juan de Ávila. Doctor de la Iglesia. Doctor para la nueva evangelización".

Imposible, me parece, poder comprender del todo a estos valientes hombres del siglo XVI (Juan de Ávila, Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, Juan de los Ángeles, Luis de Granada o Luis de León) si no se es consciente de los lugares por donde respiraron y pisaron. ¡Qué bien lo comprendió Tellechea Idígoras en su Ignacio de Loyola, solo y a pie!

No sé todavía, querido amigo, si mayo me permitirá avanzar en este recorrido. Hoy, de cualquier forma, comienzo también yo esta andadura desde un concreto lugar, sobre una mesa de madera cuyos árboles crecieron en mi amada tierra astudillana. Pobre o rico de tiempo, un mendigo más frente al Dueño de todo él, aquí te ofrezco esta florecilla hoy.

VALE!